9.1.06

Überbezeichnung

Como por algún sitio hay que empezar, el otro día me envió mi cuñada este e-mail, con unas citas de Mark Twain hablando del idioma alemán. A mí me da qué pensar en varias direcciones. Lo he traducido con mis escasas dotes y he cambiado "alemán" por "español", para ver qué pasa:

"Ein Deutscher nennt einen Bewohner Englands einen Engländer. Zur Änderung des Geschlechts fügt er ein '-in' an und bezeichnet die weibliche Einwohnerin desselben Landes als Engländerin. Damit scheint sie ausreichend beschrieben, aber für einen Deutschen ist es noch nicht exakt genug, also stellt er dem Wort einen Artikel voran, der anzeigt, dass das nun folgende Geschöpf weiblich ist, und schreibt: 'Die Engländerin'. Meiner Ansicht nach ist diese Person überbezeichnet (Mark Twain 1997, S. 536)."

Un español llama "inglés" a un habitante de Inglaterra. Para cambiar el género añade una "-a" y denomina "inglesa" a una habitante del mismo país. Con esto parece estar suficientemente descrita, pero para un español esto no es suficiente, así que le pone delante un artículo que indica que lo que sigue es un ser femenino, y escribe "la inglesa". Según mi opinión, esta indicación es redundante.

Mi primera reacción fue: tiene razón. La segunda fue, que un español no utiliza ese "la" con ánimo de designar el género de la habitante de Inglaterra, sino para darle un grado de determinación superior a "una inglesa" o "cualquier inglesa" por ejemplo.
El problema de la redundancia surge por "efecto secundario", porque si yo quiero determinar algo con un artículo determinado, resulta (vaya por dios) que estos tienen género.
Y a fin de cuentas el problema está ahí. Hay un exceso de información. Una redundancia a la que estamos acostumbrados. Y la pregunta de salida que se me ocurre es:

¿Para qué sirven los artículos?

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