23.2.07

Falta de "tacto"

Uno de los muchos condicionantes del aprendizaje de un idioma puede ser el de estar más o menos "expuesto" durante el proceso de adquisición de dicha lengua a su forma "dialogizada". (Este palabro lo encontré leyendo a M. Bajtin, y lo utilizo a lo bruto, porque tiene un fondo al que yo no llego, pero que puede ser útil aquí).
El diálogo falta en la clase de idioma, porque para dialogar hacen falta al menos dos personas en condiciones de hacerlo. A veces he pensado si sería una solución que hubiera dos profesores, o dos hablantes nativos en el grupo, porque esto proporcionaría a los aprendices una experiencia "real" de diálogo, es decir, que escucharían el idioma que estudian "dialogizado". Creo que no es descabellado decir que en las clases no hay diálogo, ni siquiera en las clases de conversación. Las "conversaciones" en clase son normalmente "monólogos" sucesivos, debido por una parte a las limitaciones de los alumnos y, por otra, a las limitaciones del contexto, que anulan la "necesidad" real de las palabras, la conexión con la vida, con una motivación. Esto no es una crítica, sino una sensación que se me repite en el contexto familiar, cuando observo los progresos de mis hijos en el aprendizaje del español en comparación con sus otros idiomas.
A veces pienso que les falta la experiencia del diálogo (yo soy, por desgracia, casi su único "Sprechpartner", su único compañero conversacional en español), del diálogo externo a ellos, de escuchar cómo se interrelacionan realmente las palabras en un diálogo real, cómo chocan, se entrecruzan, se sobreentienden o se erosionan. Es algo así como la imposibilidad de "tocarse" con las palabras. En los "pseudodiálogos" los hablantes no se tocan verbalmente, permanecen "ilesos". Quizá tenga que ver con la dificultad en general de "tocar" las cosas con las palabras de un idioma que no es el materno, donde cosa y palabra son casi lo mismo.

5 comentarios:

eteugene dijo...

No recibes muchos comentarios pero creo que me quitaré la pena para decirte que me encanta este blog porque en primer lugar me encanta la forma en que te expresas y en segundo lugar me considero un enamorado del idioma español y por lo mismo me encanta que compartas al mundo tus experiencias como profesor de idiomas.

Anónimo dijo...

Hola eteban:
¡Tu comentario es de los que suben la moral veinte puntos! Me alegra que te guste el blog.
¿Has escrito desde Turquía?

DAZ --- Diana dijo...

¡Hola David!
Escribo desde Argentina. Hoy volví al blog en busca de Paul, uno de los dibujos que hiciste aprisa.
Me sorprendió comprobar que hace un tiempo, cuando descubrí el dibujo, había dejado un mensaje.
Me interesa mucho tu sensibilidad para desarrollar las actividades que publicas en ambos blog(s).
Me voy a quedar leyendo un poco más.
Estoy semi-empleada hace muchos años, intento dedicarme a enseñar español. Estoy aprendiendo. También contigo.
¡Muchas gracias! ¡Eres muy generoso en compartir-te así en la web!
Hasta siempre. Cordialmente. Diana

David dijo...

Hola Diana!
¡Que bueno recibir comentarios tan positivos!
Ahora escribo y dibujo menos por la falta de tiempo, pero sigo ahí. Me alegro de que te guste y te sirva de algo. El dibujo de Paul no está entero porque es un proyecto con un amigo que queremos presentar a alguna editorial,pero si te gusta tanto lo pondré completo cuando sea posible.

Saludos
David

Azul_oscuro dijo...

Una amante de las letras te escribe desde el corazón de Andalucía...mientras que afianzo mi vocación de transmisora de lengua extranjera o la mia propia para extranjeros...
Es interesante leer la experiencia de alguien inmerso en otra cultura enseñando la suya propia. Y digo bien, porque enseñar/aprender una segunda lengua no deja de ser algo cultural_emocional_sensorial...y por eso, a veces resulta tan difícil hacerlo en contextos que tú muy bien retratas.
Sigue contando, sigue regalando sabiduría basada en la experiencia, que es sin duda la mejor.