23.11.06

La carne se hizo palabra















Las representaciones en sección del aparato fonador humano son demasiado abstractas para suscitar algún "sentimiento" ante el fenómeno que pretenden explicar. Son demasiado funcionales. Falta la carne, la sangre y las mucosas, y sobre todo, el aire. Empujando, entrando, saliendo, comprimiéndose. Doblegándose o escapando apenas de los órganos activos, acariciando los pasivos y saliendo por fin en suspiro, rugido, murmullo, beso.
Es el cuerpo que habla. Es la piel, hueso y carne que reparten el aliento, que vibran y producen. Son ellos con su forma de nadar los que organizan el aspecto de nuestros mensajes. Ellos tienen el secreto del puzzle de cada palabra, de la armonía de las vocales, de la atracción o repulsión de unas con otras letras, la clave de lo irregular, de lo que no cuadra en las reglas pero es así porque sí, porque la cabeza quisiera hablar pero no puede porque la que habla es la carne por su boca de carne.


Aquí un link para curiosos


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola David:

Sigo tu blog y quería decirte que tus reflexiones me parecen fantásticas. Dan qué pensar.

Un abrazo