9.9.06

Los pronombres bailan

Una de las primeras cosas extrañas que un alemán o un inglés, por ejemplo, aprenden del español, es que se puede hablar sin pronombres personales (yo, tú, él... etc.). El profesor nativo explica, casi siempre con un cierto toque de orgullo, que en este idioma los verbos son capaces de expresar por si mismos de qué persona gramatical se trata, sin tener que ponerle siempre delante el pronombre correspondiente, ya que existe una terminación diferente para cada una. Yo reconozco que me gusta esta cualidad del español, y que, aunque poco a poco me he acostumbrado a usar continuamente los pronombres en alemán, me sigue pareciendo incómodo y muchas veces antiestético, por no decir feo. Claro que, la situación del alemán en este ámbito es especialmente difícil: un inglés puede argumentar que él conjuga por delante en vez de por detrás, y que los pronombres son una especie de terminaciones personales al revés. El alemán en cambio tiene que conjugar en ambas direcciones, es decir usar los pronombres siempre y después conjugar el verbo. Una mala pasada de la gramática.
Así pues, se puede decir que los pronombres personales (con función de sujeto) son en español "facultativos", y con esto empieza el baile. Y los pronombres son los pies de la pareja del alumno. Los pisan, tropiezan con ellos, los pierden de vista, los miran demasiado o los ignoran, pero casi nunca se dejan llevar por el ritmo (claro, es fácil decir "déjate llevar" cuando conoces el compás de la canción).
La explicación teórica que ofrecen los manuales a los estudiantes es que los pronombres en español tienen una función "enfática", es decir que acentúan, remarcan, insisten, resaltan. Esto en la práctica no ayuda mucho, y la mayoría los sigue usando como si hablara en su idioma, u optan por eliminarlos completamente, lo cual también resulta antinatural.
Yo estoy convencido de que la dificultad de aprender a utilizar los pronombres con naturalidad tiene no sólo dificultades "gramaticales". Con este término me refiero a las dificultades típicas que se encuentran al aprender nuevas reglas que son en mayor o menor medida distintas al las del idioma materno; en el caso del alumno alemán por ejemplo, el hecho de la obligatoriedad de los pronombres nominativos, la inversión total (en la mayoría de los casos) del orden de los pronombres en la frase, o la declinación de los pronombres, tan ambigua en ambos idiomas para los hablantes de a pié. Todo esto crea sin duda grandes dificultades, pero para mí, pedirle a un alemán que hable sin pronombres es como pedirle a un hispanohablante que hable sin "ques". Es quitarle la llave de la puerta de su casa. El pobre tipo andará desesperado hasta que se dé cuenta de que la solución es dejarse la puerta abierta.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

comentario de prueba:
parece que con safari no se ve la imagen de la palabra clave!
Con Firefox sí funciona.
David

Anónimo dijo...

Yo creo que con los pronombres personales, como con otros aspectos de lo que enseñas a los alumno de español, hay que tener una cosa en cue ta: ?dificulta entender a un hablante aleman de español si utiliza mucho los pronombres? Yo creo que no, n tengo problema al escuchar que los mencionan tanto, creo que es mas importante que aprendan correctamente SER y ESTAR, sin liarles diciendo que los dos son el verbo SEIN en alemán. Ahí si que estoy en total desacuerdo, ahí si que incido, y les insisto en la diferencia entre ser (sein) y estar (sich befinden), por lo menos en el aspecto espacial de estar. Un saludo,

Ana macias